UN CARNAVAL DE ESTAR POR CASA
Ahora que la situación ha cambiado por la Covid-19, las fiestas típicas como esta ya no se celebran como antes.
Esta celebración y su sentimiento se han enfriado.
Anteriormente llenaba la ciudad entera de Barcelona de felicidad, diversión, colorido, vida e ilusión.
Últimamente todo eso ha pasado a un segundo plano por la pandemia cambiando así nuestras vidas.
Todo lo que antes nos gustaba hacer presencialmente nos han obligado a hacerlo telemáticamente, metiéndonos miedo, sin darnos una explicación coherente, sin ningún dato.
Desde que hemos cambiado de estilo de vida hacemos lo que podemos para pasarlo bien y no perder ese espíritu compartido de disfrute carnavalero y de vivir la vida.
No importa dónde, sino cómo
A pesar de hacerlo telemáticamente sabemos cómo pasarlo bien, aunque la situación sea diferente.
Al menos, hemos podido celebrarlo a nuestra manera.
Gracias a las actividades extraordinarias de la fundación siempre hemos conseguido pasar un buen rato.
Cada uno nos hemos disfrazado de distintas maneras: piratas, Elvis Presley, superhéroes, cantantes, policía, gatos, mimos, princesas, mosqueteros, mariposas, etc.
Ha sido una fiesta fuera de lo normal pero muy vivida, disfrutada y sentida.
Estemos juntos o separados no hay nada que pueda con nosotros ni si quiera la distancia. Todos somos una piña.