AMANTE DE FUEGO

Eras mi fuego animal;
mi cuerpo en mi cama, 
porque con tus ojos, 
tu boca,
tu sonrisa, 
no podía vivir sin ti.

Aunque mi fuerza contra la tuya
me desmoronaba por completo;
eras mi fuego animal. 
Con garra infernal, 
me llevabas ante la oscuridad,
ante la sangre.

Para ti tan solo era una gelatina que lamer.
Sin embargo, yo soy fácil de exponer.
Incluso hasta se me iluminaban los ojos 
y me temblaban las piernas.

Frente a ti me derretía.
Me volvía dulce
como un chocolate cremoso, 
y no quería que te separaras de mi.
Por mi parte, te quería;
te amaba…
Y con dulzura gritaba tu nombre.
¡Era horrible!

Quería que me engullese la tierra;
porque esa conducta era impropia de mi.
Y mi carácter indomable;
se volvía como un adorable cordero.
Pero todo cordero va al matadero…
Y eso era lo que me esperaba.

Tenía que desaparecer de alguna manera. 
Así que me quité la sortija
Y fui quitándome todo lo que llevaba:
Pendientes,
collares,
pulseras…
Incluso la ropa.
Ahora me sentía como una prisionera;
como una esclava que cuida a emperadores,
sultanes y reyes.

Aún así yacía en la cama con uno de ellos
y me quería morir
porque no lo amaba de verdad.

Él intentaba deshojarme;
destruirme en volandas… 
Yo, al fin y al cabo, intentaba luchar 
siguiendo firme mi templanza 
de mujer ciega sin saber lo que hacía.

Él tocó mi sien;
y con su pulgar
fue arrastrándome 
hasta mis partes íntimas.
Yo no me quería desenvolver
como un regalo;
pero él estaba empeñado en ello.

Con delicadeza, posó su mano ante mi piel. 
Y yo, con un acto reflejo,le tiré un miniespejo, 
pero ni se inmutó.
Seguía con su arte en volandas.
Yo quería quitarle esa idea de la cabeza 
Y le canté una melodía de pajarillos. 
¡Y le gustó!
Paró un momento
y se sentó en mi regazo. 
Escuchó mi voz y se animó a tararear. 
Tenía una voz maravillosa.
Y al final, paré.
Él quería que siguiese cantando
esa sinfonía bella.
Yo accedí.

Finalmente su cuerpo descansó.
Él jadeaba como un sultán, 
mientras que su mirada
se posó a la mía.
Cuando acabé la canción;
él quiso seguir dónde estaba,
pero ya no tenía ganas.

Entonces me di cuenta de una cosa:
era mi voz que le hacía perder la cabeza.
Me giré como dama que era 
y le llame por su nombre.
Y le nombré de nuevo:
Mi capitán, 
mi llama eterna, 
mi fuego animal de fuerza.

Redactora i poeta: “Passió i cor són les dues qualitats amb les que podem fer que Èxit21 sigui gran. És una porta oberta a la filosofia. Per això visc amb tanta intensitat aquest racó. Perquè em fa pensar, recordar i sentir”.

Bea Ruiz és autora de tres llibres de poemes. I recentment ha publicat el seu darrer llibre amb l'Editorial Talents de la Fundació Catalana Síndrome de Down (FCSD): "Un portal a la fantasía": https://fcsd.org/ca/producte/un-portal-a-la-fantasia

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