Tras el reflejo del sol sobre las aguas cristalinas
como ese espejo de bellos cristales
que llega a mi alma
desde el resplandor de los ojitos de mi amada.
Con tan solo el abrir la ventana de mi ser
ya siento su presencia
en la lejanía del tiempo que nos separa.
Desde la distancia siento el erizar de mi corazón
a flor del piel.
Desde el amanecer de un nuevo día
despierto pensando en ella
con el sentir de su voz,
del suspirar en cada paso
que le lleva a estar cerca de mi.
Como el susurrar de la brisa del viento
me llega esa hermosa melodía de una canción de cuna.
A través de sus notas musicales
me dejo llevar en toda su esencia.
Bailando al compás de las estrellas del firmamento
llego a encontrar el mayor tesoro que esconde en su corazón.
Desde el sentir de los cuatro elementos esenciales:
el reflejo del agua que transmite su mirada,
el camino que juntos vamos haciendo al andar desde la madre tierra,
el intenso fuego de cada beso de nuestros labios
e incluso con la misma fuerza del viento por la que me lleva a sus brazos.
Desde la misma manera que sentimos nuestros corazones
a través de la unión de los cuatro elementos
haciendo más fuerte ese tan sentido sentimiento
que nos mantiene juntos eternamente.
Redactor. “ÈXIT21 hará que nos conozcan un poco más para que, antes de juzgarnos, sepan algo más de nosotros. Si no, nos discriminan por una cosa u otra. Antes de hablar, informarse mejor. Para mi es un medio de comunicación para ampliar mi CV periodístico”.
Francisco Marin té una novel·la en curs.