Como hermosas flores que nacen en los más bellos prados, parques y jardines.
Muchas de ellas nos alegran las mañanas.
Sobre sus pétalos se reflejan el amanecer del sol.
Con las manos de aquel humilde jardinero mimando así una a una cada flor de su peculiar jardín,
entregándose a ellas a través de sus caricias.
Mientras las observa, un rostro le viene a su mente: el de su amada.
Porque hay tantos amores como flores tiene la primavera,
cada una de ellas con su esencia, fragancia, frescura
y con la única diferencia que a pesar del tiempo
perduran eternamente sin marchitar.
Como un único arco iris nos llena la vida de un hermoso colorido y muy variado,
rosas blancas, azules, rojas, amarillas, además de girasoles, margaritas, violetas y claveles.
En medio de muchos de nuestros corazones
nos nace una única flor,
que con toda su fragancia nos envuelve,
nos lleva a un viaje eterno
y nos invita a compartir con ella nuestra vida.
Esa flor nacida en nuestro interior es esa persona que amamos
y en el que por ella nos nace también ese sentimiento
que nos hace erizar la piel.
Con tan solo un roce, una mirada, una sonrisa
o incluso un solo beso
nos llena de una felicidad absoluta.
Por ello nos lleva a convertirnos en amores de primavera.
Redactor. “ÈXIT21 hará que nos conozcan un poco más para que, antes de juzgarnos, sepan algo más de nosotros. Si no, nos discriminan por una cosa u otra. Antes de hablar, informarse mejor. Para mi es un medio de comunicación para ampliar mi CV periodístico”.
Francisco Marin té una novel·la en curs.