Cada estación del año nos transmite una emoción especial. La primavera es todo un arco iris de colorido a través de sus flores. El otoño ese calor de hogar así como el invierno con esa nostalgia que nos lleva a las navidades de toda la vida.
Sin embargo hay una estación en especial que nos lleva a sentir la liberación de todos nuestros sentidos. Me estoy refiriendo, como no, al verano.
El verano es sinónimo de fiesta con amigos, de sentimientos encontrados que por una u otra cuestión acaban surgiendo aquellos amores estivales.
Además del desmadre que suele fluir durante esos días vacacionales pero sin tener que superar esa línea que separa de lo que se puede hacer y lo que no.
La esencia del verano
Esta estación estival es muy variada, pues ya cada vez vemos más gente en las terrazas de la ciudad condal disfrutando del sol mientras consumen en las mesas, además de lucir palmito y bronceado.
Como ya suele ser habitual en este tiempo, no podían faltar aquellas canciones pegadizas y bailables que buscan convertirse en la canción del verano.
El verano nos gusta a todos. Entre otras cosas porque nos transmite buen rollo, somos más tolerantes con el prójimo y sobre todo porque cada día que vivimos lo vemos con más alegría.
Contamos también con ese abanico de actividades, ya sea en nuestro ocio de fin de semana o en el viaje de vacaciones.
Redactor. “ÈXIT21 hará que nos conozcan un poco más para que, antes de juzgarnos, sepan algo más de nosotros. Si no, nos discriminan por una cosa u otra. Antes de hablar, informarse mejor. Para mi es un medio de comunicación para ampliar mi CV periodístico”.
Francisco Marin té una novel·la en curs.
