Desde la lejanía de los mares,
donde no hay ni principio ni final,
hay un solitario barco
perdido en la inmensidad
de los grandes océanos.
Un solo objetivo
el que le llevó surcar los mares.
Encontrar a su alma gemela,
aquella que le llevaría a descubrir
aquella isla donde naufragaría su ansiado amor.
Con la misma valentía de los corsarios
se enfrentaba a las fuerzas de la naturaleza
retando a esas fuertes tormentas
y grandes oleajes de ese mar bravío
con el fin de hallar a su amada.
Al pasar la tempestad,
ese barco se mantenía en pie
y en medio de esa noche estrellada,
un reflejo de luna donde veía reflejada
la mirada de aquel amor
que un día se le olvidó en el puerto
y ahora anda buscando.
Sintiendo aquella brisa marina del viento
ya la sentía cerca.
Aquella ansiada isla
estaba a un golpe de ola,
y acechando ya a la orilla
algo mágico sucedió.
Sobre aquel mar cristalino,
se dejaba ver el rostro
de aquel sol amaneciendo
y aquel barco ya pudo
contemplar maravillado
el rostro resplandeciente
que un día le dio su nombre,
Un barco llamado Amor.
Redactor. “ÈXIT21 hará que nos conozcan un poco más para que, antes de juzgarnos, sepan algo más de nosotros. Si no, nos discriminan por una cosa u otra. Antes de hablar, informarse mejor. Para mi es un medio de comunicación para ampliar mi CV periodístico”.
Francisco Marin té una novel·la en curs.