Entre todas las playas que forman parte de la Costa Brava (Girona), podemos encontrar Roses, Palamós, Blanes o Tossa de Mar. Pero en estas líneas viajamos a Lloret de Mar, uno de los rincones más bellos del Mediterráneo.
La localidad del Alt Empordá abarca un amplio abanico de ocio y cultura, con actividades para el disfrute ya no solo para los turistas que la visitan, sino también para el viaje con mi grupo de amigos de la Fundación Catalana Síndrome de Down (FCSD).
Lugares de ensueño
Empezando este mágico viaje contemplamos desde el paseo en barco hasta Blanes, las mejores panorámicas sobre el mar.
También cabe destacar las mejores vistas desde uno de los lugares más bellos de la zona, como los jardines de Santa Clotilde al igual que el puerto de Blanes o incluso desde lo alto del Castell de San Joan.
Cita con la historia de Lloret
En el ámbito cultural encontramos la casa museo Indiana Can Font, también conocida como Cal Conde o bien Can Piuet, que fue construida en 1877 (siglo XIX). El constructor fue Félix Torras, el maestro de obras lloretense por orden expresa del propietario, Nicolau Font.
Tras la marcha de Font a Jaruco (Cuba), donde se le conocía como Conde de Jaruco. Los hijos herederos la abrieron al público exponiendo todo lo asombroso de sus interiores a turistas y curiosos de la zona.
También nos encontramos con el Castell de San Joan, perteneciente a la época medieval. Su origen data de la misma época de la fundación de la Villa de Lloret. Hacia el siglo XI d.c. las tierras delimitadas como Loredo fueron señoradas por Sicardis de Lloret en los años 1031 y 1103.
Al que quiera saber más de su historia le invito que vengan y lo descubran por ellos mismos.
Un viaje muy completo
Los que hemos estado allí lo hemos vivido plenamente. Al igual que otros destinos que hemos estado con los grupos de Ocio de la FCSD, el de Lloret de Mar es de esos sitios que repetiremos seguro, no solo por sus maravillas, también por su historia.
Ha sido una semana que ha dado para mucho y en la que lo hemos pasado muy bien. Sin duda ha sido un viaje en que entre amigos hemos hecho de Lloret un verano muy inclusivo.
Un viaje muy divertido y bonito a vuestro lado.