Demonio de 8 patas

Malgastaré tus palabras despacio

como si fuera una trampa de araña,

atrapada en una tela blanca y pegajosa.

Me quedaré allá como una figurita de cera,

el viento desaparecido sin más, de tu texto,

de tu boca sobrehumana,

que solo tiñe de mal.

La soledad llega en mi corazón triste y ardiente,

era como si fuera una película de sangre.

Malgastaré tus palabras

como una perra olvidada,

abandonada, en plena calle.

No callará el rumor del sol, ni de la lluvia.

Solo aquel texto me venía cada dos por tres,

pleno de dolor y rencor.

No era sal.

Tan solo la voz se había quedado en mi cabeza

y no podía respirar.

Quería gritar y no podía, los nervios me podían

no me calmaba lo más mínimo.

Y esperaba en aquella tela,

en aquella trampa

de un demonio de 8 patas.

Sin ninguna más.

Era una muñeca hecha de porcelana y de vidrio.

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