Tendrás una vía para jugar, no desearás nada más.
Sentirás cómo el techo te cae encima, te aplasta, te sientes insignificante.
No ves nada más.
Solamente sientes que tienes una deuda y ya está.
Poco a poco descubres que eres una señora
y descubres qué eres realmente.
Una reina de vacío.
Por eso tienes una vía de juego, solo para ti.