Bailaré para ti todos los días,
te seduciría a través del movimiento
de mis caderas,
de mi cuerpo,
te sonreiría
y no pararía de amarte.
Te abrazaría con mi danza dulce.
Sería para ti,
una princesa del vientre.
Sensual y frágil.
Una muñeca.
Te bailaré a todas horas,
ni me cansaría.
Me volvería una sirena para ti,
una ondina,
de las que ama para siempre
y toda la vida.
Eso me transformaría para ti,
solo para ti.
Una mujer que respira por ti,
que te desea,
te bebe los vientos
y te anhela en un fuego árabe.
Bailando toda la noche
en unas llamas eternas.