La famosa calabaza del “Un, dos, tres…”, el mítico concurso de TVE1, está de aniversario y cumple 48 años. La mascota naranja ha sido muy querida y recordada por todos los seguidores y seguidoras de este legendario espacio televisivo que tan buenos ratos nos hizo pasar durante nuestra infancia y juventud.
En la primera etapa del programa ni era considerada una mascota propiamente dicha, ni tenía nombre. Simplemente era uno de los premios que podían aparecer en la subasta para desgracia de los concursantes, ya que suponía irse a casa sin nada. En el programa aparecieron todo tipo de calabazas enviadas desde huertos de toda la geografía española.
En la segunda etapa de “Un, dos, tres… responda otra vez” nuestra calabaza favorita estuvo presente desde el primer momento, ya que aparecía en las promociones que anunciaban la vuelta del programa. Fue en el estreno de la etapa, cuando tras las palabras iniciales de Chicho Ibáñez Serrador, vimos por primera vez a la calabaza moverse y cantar en la cabecera del programa.
La voz era del genial Ibáñez Serrador que tenía el siguiente truco: Chicho grababa la canción del programa y después los técnicos de sonido aceleraban la velocidad de reproducción y se conseguía el efecto. Además, Chicho la bautizó en esta etapa como Ruperta.
En la tercera etapa, la calabaza Ruperta también fue la mascota del “Un, dos, tres…”, pero Chicho Ibáñez Serrador anunció que la calabaza le había dicho que se sentía mayor y que le había pedido ser relevada; por eso, cuando pasaran algunas semanas, sería sustituida por otro personaje.
Lo cierto es que, a pesar de eso, fueron treinta y siete semanas las que Ruperta acompañó a los espectadores, y en los que apareció de muy diversas formas, tamaños y caracterizaciones.
SIEMPRE CON EL PÚBLICO
Con el tiempo, la calabaza Ruperta volvería a nuestros hogares la noche de los viernes, después de varias etapas en que se habían sucedido diversas mascotas. La idea fue un éxito y la calabaza seguía siendo recordada por la mayoría de los espectadores a pesar del tiempo transcurrido desde su última aparición en el programa.
En las etapas de los años noventa, Ruperta adquirió un tamaño más reducido y a la mesa de la subasta a veces llegaba con sombrero y otras sin él. Y en ocasiones, debajo de ese sombrero o de una tapa superior, se abría un hueco que escondía en su interior nuevas tarjetitas o regalos variados, de modo que no siempre la calabaza era un premio negativo para los concursantes.
En 2004, con la renovada versión del concurso, Ruperta volvió a todos los hogares de los españoles con un libro debajo del brazo. La calabaza, símbolo icónico del programa, no podía faltar en el “Un, dos, tres… ¡a leer esta vez!”. Chicho Ibáñez Serrador era consciente de ello y no quiso inventar ningún personaje nuevo que pudiera ser la mascota del programa.
La calabaza Ruperta se convirtió así en la única mascota que conoció a todos los presentadores de “Un, dos, tres…” y también la fiel acompañante de todos los seguidores y seguidoras de este entrañable y maravilloso concurso.