La Fageda, los lácteos más inclusivos

Con el grupo de ocio de la Fundació Catalana Síndrome de Down (FCSD), fuimos en Semana Santa a Olot, capital de la comarca de La Garrotxa (provincia de Girona).

Los primeros días nos instalamos en un hostal llamado La Vila.

Una de las actividades que hicimos además de tomar algunos cócteles fue practicar bailes de bastones.

El primer día salimos a caminar. El paisaje era muy tranquilo y bonito.

Vacas, yogures y mermeladas

Fuimos a ver cómo hacían los yogures y las mermeladas en la empresa La Fageda. Me llamó la atención que separaban la alimentación de las vacas en dos tipos, es decir, tomaban pienso y también alfalfa. El alimento verde lo comían directamente del campo. En total tienen dos campos. Uno es de cultivo y el otro es de pasto.

Otra de las cosas que vimos es que para dar leche, las vacas tienen que ser hembras. Las vacas que además dan leche a sus crías, comen directamente alfalfa fresca del campo para que la leche sea más buena.

Después, cuando las crías van creciendo, se hace el cambio de alimentación y comen pienso.

Para conseguir la leche, antiguamente se hacía a mano, ordeñando las vacas. Ahora, como todo ha avanzado con la tecnología, se hace con unas máquinas.

También vimos cómo hacían los envases de los yogures de La Fageda y además vimos cómo hacían las mermeladas. Nos enseñaron el proceso de elaboración de la mermelada.

Los orígenes

Finalmente nos mostraron un video de los orígenes de la empresa donde se veía que antiguamente a los trabajadores se les trataba como «personas disminuidas psíquicas». En el vídeo también se explicaba que provenían de un manicomio de salud mental. Y que esta labor la hagan personas (dis)capacitadas tiene mucho mérito.

La Fageda se fundó a través del psicólogo Cristóbal Colón, a quien esta misma revista entrevistó.

El nombre de los yogures proviene de La Fageda d’en Jordà, un bosque que hay cerca de donde está la fabricación de estos yogures. Quien coma estos yogures debe saber que detrás hay personas que se merecen un artículo como este y mucho más.

Foto: Jordi Lluís Pi

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *