Con motivo del día del trabajador y la trabajadora, me gustaría hablar en este artículo de la importancia que el trabajo tiene para mí. Desde hace casi ocho años me contrataron en una empresa que se llama Winche Redes Comerciales que ayuda a otras empresas en la comercialización de sus productos. Comencé un poco nerviosa con la ayuda de mi preparadora laboral, que me ayudó a entender todas mis tareas hasta que ya no tuvo que volver porque aprendí a hacerlo todo sola. Poco a poco me han ido dando más responsabilidades y soy una más del equipo. Me llevo muy bien con todas las personas de la empresa, que también me ayudan siempre que es necesario.
TRABAJAR PARA REALIZARNOS
Llevo casi ocho años trabajando en esta empresa y entre todas las tareas que desempeño destaco: revisar el despacho del jefe, también compruebo que todas las salas estén bien, paso por la cocina y compruebo que no falte nada: pongo papel en todas las mesas y ordeno las sillas; después limpio las cafeteras y pongo aceite en las aceiteras; y miro en el interior de los armarios y si falta algo, lo repongo.
Mi lugar de trabajo es muy original, tiene varias salas de trabajo con el nombre de los cinco continentes: América, Asia, África, Europa, y Oceanía, y yo me encargo de que todo esté en orden. También voy a la Nespresso a reciclar las cápsulas y las pilas. Poco a poco, me he hecho un poco imprescindible y tengo la sensación de que todos me valoran y aprecian.
Creo que el trabajo es muy importante para realizarnos y para salir adelante, por eso considero que las empresas deberían perder el miedo y contratar a personas con discapacidad para romper los estereotipos y comprobar que, con un poco de ayuda, todos y todas podemos aportar nuestro granito de arena a la sociedad.