Construcción artística (I)

Desde pequeña, siempre me ha gustado la música. Hice varias actividades como la gimnasia artística y llegué a competir con otros chicos y chicas. Yo entrenaba mucho mi flexibilidad y conseguía hacer todos los pasos. Acababa muy cansada, pero merecía la pena porque el resultado era espectacular. También hice ballet, que compaginaba con el piano en la escuela de música de Begues.

Hicimos muchos tipos de música, como: clásica, moderna, jazz, blues… Incluso ensayábamos mucho para hacer conciertos en Begues. Cuando acabé el curso de piano, probé otros instrumentos. Hice violín. Fue un curso que no duró mucho porque aprendí a tocarlo soltando la cuerda, bajando el brazo lentamente y haciendo diferentes melodías. Fue una experiencia muy bonita.

Para mí, la música es reencontrarme, puesto que me despierta muchas emociones a la vez, y me encanta compartirla con la gente que quiero, que me apoya y que me hace salir adelante. La familia y mis amigos aceptan y valoran mi proceso en la música, y por eso escucho sus consejos y opiniones.

Tenemos que ir haciendo las cosas con tranquilidad, sin estar siempre pendientes de la gente que nos rodea, para estar bien con nosotros mismos. Yo soy de hacer una cantidad bestial de actividades a la vez, y tengo que aprender a disfrutar más del que tengo y haya.

Mi trayectoria

La técnica vocal me sirvió para descubrir que puedo cantar. Ha sido y es un gran descubrimiento esto de entrenar la voz, porque te hace reflexionar sobre como mejorar: colocar bien la voz, la postura, ir ascendiendo en las melodías y llegar a hacer agudos y graves.

Me encantaría que se me valorara el esfuerzo y las ganas de seguir adelante con aquello que me proponga. Nunca podemos decir que no a nada. Tenemos que probar si realmente podemos aprender de los límites que tiene cada cual, porque no todo el mundo puede hacer de todo, pero si nos esforzamos, todo se puede conseguir. En mi caso, ya tengo una larga trayectoria en el mundo de la técnica vocal.

Hice un curso de guitarra y canto a la vez. Fue muy agradable: aprendimos a afinar la voz mientras tocábamos la guitarra. También aprendimos a hacer la escala y, después, el profesor tocaba y nosotros cantábamos. Una de las canciones que interpretaba era “I’m Yours”, de Jason Mraz. Las clases de guitarra y canto fueron una experiencia única que no olvidaré nunca.

También recuerdo las clases de canto que me hizo una profesora con quién probamos de poner mi voz sobre una canción instrumental. Fue una de las clases más espectaculares del aula de música de Begues. Después, seguí con el canto con una nueva profesora con quien trabajábamos la proyección de la voz, la respiración, los entrenamientos vocales, etc.

Más tarde, me apunté en el aula Soler de Gavà, donde seguía haciendo técnica vocal con una profesora que había estado compañera mía en el colegio Inmaculada de Gavà. Hace dos años que doy clases con ella, y he echado de menos trabajar la expresión emocional.

Empecé con otra profesora y con ella estoy trabajando la parte de la expresión y la emoción.

Siento la música

Durante mi experiencia, he encontrado la manera de seguir dedicándome en la música tanto como afición como nivel profesional, y por eso estoy aprendiendo con calma. Todo se trabaja y espero obtener buenos resultados con mi instrumento.

Lo quería compartir con la gente que me lee porque, por mí, la música es dar vida a una persona. Si estamos tristes, necesitamos la música con todo el amor que nos puede dar. Por eso, el esfuerzo y el trabajo constante tienen muy buena recompensa.

Para mí, la música es dar vida y armonía a diferentes personas. Damos varios mensajes con las letras que escribimos.

La música transforma, porque es una herramienta para expresar lo que sentimos. A través de la música, nos cambia el estado de ánimo y, sobre todo, nos ayuda a estar bien con nosotros mismos.

A mí, la música me está transformando. He descubierto que soy feliz cuando canto. Es una cosa que hace que el día a día se llene. Como cuando estás trabajando y estás centrada en lo que haces, la música te ayuda a estar equilibrada en cada momento.

La música es inspiración, pero sobre todo es un reto a lograr. ¿Cómo se consiguen las cosas? Los caminos que escogemos no son nada fáciles, y la música requiere una carrera muy larga, motivación e ilusión.

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