Este verano se ha estrenado la película Buffalo Kids, dirigida por Pedro Solís en codirección con Juan Jesús García Galocha, inspirada en la relación de los dos hijos del director: la relación de su hija con su hermano, Nico, que nació con parálisis cerebral. La forma que tenía la pequeña de jugar con su hermano, inspiró a Pedro a contar una historia de emociones y valores. La trama de Buffalo Kids está protagonizada por Tom y Mary, dos hermanos huérfanos, que viajan en barco a Nueva York a finales del siglo XIX, para encontrarse con su tío, que vive en California.
NICO, EL GRAN PROTAGONISTA
Al llegar a EEUU no hay ni rastro de su tío, por lo que deciden ir a buscarlo al otro extremo del país. Para ello se cuelan como polizones en un tren por el Salvaje Oeste donde se encontrarán con un grupo de huérfanos entre los que se encuentra Nick: un chico con parálisis cerebral, que se convertirá en su gran amigo y que cambiará sus vidas por completo.
Los tres aventureros se embarcarán en una arriesgada aventura, enfrentándose a terribles bandoleros, y viviendo situaciones únicas en una conmovedora historia sobre la búsqueda de un hogar. Además de mucha emoción y aventuras, Buffalo Kids es ante todo una gran lección de vida para todos los espectadores y espectadoras, especialmente los más pequeños. Se trata, sin duda, del mejor homenaje que el director Pedro Solís podía dedicarle a su hijo Nico, fallecido hace tres años. Un ejemplo de inclusión y de amor que nos ha llegado al corazón.