Al alba del campo, con el sol que late,
Oliver corre, el mundo lo empuja adelante,
con el corazón de hierro, el balón lo guía,
soñando con goles, con la luz que lo inspira.
Benji en la portería, alto como una torre,
el viento lo abraza, la red no corre,
con reflejos rápidos, como un halcón,
se alza al reto, el mejor en la acción.
Dos amigos, pero rivales en el juego,
cada partido, una historia de fuego.
El destino los une bajo el cielo claro,
con pasión y sonrisas, siempre apuntando alto.
El fútbol es más que un simple arte,
es lucha, es amistad, es un corazón que arde.
Con cada chute, cada parada brillante,
Oliver y Benji, juntos siguen adelante.
El campo es el escenario de sus sueños de niños,
donde el cielo es azul y el futuro divino.
Y así, en cada partido que el sol ilumina,
el sueño de campeones nunca se extingue, germina.