Cuando se apaga una luz

No me olvidaré de ti,  ni de tu voz, ni de tu rostro,  ni de tus ojos tan dulces. El dolor me oprime  de saber que nunca  podré estar delante de ti. Sin embargo mi corazón  ya forma parte de ti, de alguna manera. Eres tú,  un regalo de película. Pero el alma me habla …

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